Hoy fue un día bastante peculiar. Agobiante.
Levantándome a las 8:45 para salir a las 9:45 de mi casa ( obviamente siendo esto mera referencia pues nunca he sido puntual).
Caminar hacia la parada de autobuses como todos los días y soportando la presencia de aquel sujeto obeso con su cuaderno de anotaciones.
Luego a mi adorado metro y finalmente a la escuela para de ahi partir nuevamente al metro ( no pudiendo dejar de pensar en que pude haberme ahorrado los dos pesos y los pasos de hidalgo a la escuela y de regreso).
Me siento gorda al estar sentada entre las mochilas de todas las demas del equipo y no poderme mover con la facilidad que yo quisiera.
Llegamos a Tasqueña y empiezo a sentirme desorientada; mis orejas me arden por las recientes perforaciones y Sam me salva de que me atropellen sin saber que todo estuvo planeado.
Llegamos a la prepa 1, ganamos, nos quedamos al siguiente partido, lo cancelaron y nos fuimos.
Y otra vez la pesera, de ahí de nuevo al precioso transporte naranja, en Hidalgo a pesar de que todas se meten a un vagón yo me meto a otro. Vi que hbaía menos gente y no me molesta estar sola.
Pensado en cosas imposibles, imaginando situaciones y viendo cosas que sin darme cuenta son dolorosas.
En fin, se olvida rápido este conjunto de fantasías.
Ya en la escuela, la realidad apenas comienza y me noto distante, distraída, pensativa e inquieta.
Veo decenas de caras conocidas pero no importantes. Al menos no en este momento.
La presencia de "la amiga Haki" me molesta, tal vez su jeta de pocos amigos, tal vez la forma masculina de como camina o simplemente es envidia. No lo creo, al menos no envidia.
Entro a mate y no logro entender, así transcurre el tiempo y las clases disminuyen.
Por fin llega mi momento de soledad,de descanso total aquel instante de transborde en el que mis pensamientos es lo único que quiero escuchar. En fin será en otra ocasión pues vengo acompañada.
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