Viviendo a  lado de mi adorado panteon "Sanctorum" y releyendo la última entrada creí bueno hablar de la sensación al pasar a su lado cada noche ( Bueno,  pronto será cada noche).
Es un reflejo de esperanza (no es en su totalidad fe, pero se acerca) de ver algo petrificante, una dama de blanco, un señor de negro o ruidos lastimeros que me hagan voltear.
Cada paso que doy alejándome del panteón y acércandome a su iglesia sin ser testigo de algo sublime me es bastante decepcionante.
17 años viviendo a pasos de Santu y nunca he sido testigo de nada
¿Cuál es la sensación experimentada?
Completa ansiedad al principio, tal vez algo de emoción y adrenalina mientras, pero al final solo cansancio y decepción con una mezcla de indiferencia.
En fin, desde mi azotea se ven las lápidas, subiré a ver si ahora  hay suerte...

Hasta cuatro caminos


Solían venir por mi a la escuela. No hacía falta que me fuera sola y atravesara  ese perturbador camino entre  una tétrica unidad y la intimidante avenida donde las luces de las combis parecen embestirte sin piedad.
Sin embargo, el comentario de alguien (" No deberían venir por ti... te controlan") me convenció de rebelarme y expresar mi deseo de mi regreso en solitario.
En  metro hasta Hidalgo, de ahí a cuatro caminos y finalmente tras atravesar una avenida, una unidad,pasar al lado del panteón Sanctorum y una iglesia (bastante deprimente por cierto) cruzar un perturbador parque y caminar media cuadra llego a mi casa.
Supongo que la próxima vez debería analizar si conviene  mantener ese "control"
Aún asi el paseo entre decenas de rostros desconocidos (completo éxtasis para mi), oyendo música con un solo audífono y acordándome de personas que inconcientemente me hacen sonreir es bastante gratificante.
Salgo del metro al siniestro trayecto y vuelvo a preguntarme ¿Pórqué no dejé que me controlaran un poco mas...?
La soledad por esos parajes es realmente perturbadora pero no se compara a ese esquizito momento de convivencia entre lo desconocido y yo

Efectos de una noche silenciosa y mosquitera

Ya es de madrugada y aún pienso en el día de hoy.
Sólo puedo ver lo negativo. No sé si es por la hora,
la noche o este extraño aturdecimiento que me confunde.
Me llegan ruidos creados en mi cabeza y voces que se
quedaron grabadas para siempre por el dolor que las acompañó.
Ronquidos lejanos y rugidos estomacales indican hambre, ansiedad
y un aburrimiento imprescindible.
No tengo ganas de nada.
Me meto a un chat sin sentido, comienzo a platicar con extraños
y les sonrio en una dimensión inexistente.
Una tal "Sandra" me invita a vernos con cam, acepto pero
un bendito impulso me indica tapar mi cam.

Veo a una mujer desnudarse y hacer cosas d esagradables.
Y ahora el asco es el mayor dueño de mi mente, pero estoy en
automático y no me percato de nada hazta que la ventanita
titila. Despierto. Y me doy cuenta hasta donde me llevó la ociosidad
Me salgo de todo y cierro mi ojos; por poco llego a ese nivel de
mentalidad en blanco, completamente vacía y reconfortante.
No lo logro.
Pienso en vidas vacías, amigos imaginarios y esta extraña
irritación en mi cara que sólo me hace ver al piso más
que de costumbre.
"Sólo te pido un acto de caridad, que pueda ir al encuentro del infierno, si lo hay, o de un dulce olvido que tal vez no merezco. Que si existe un Príncipe de las Tinieblas, mis ojos puedan contemplarle por fin.
Entonces, le escupiré a la cara."