Hasta cuatro caminos


Solían venir por mi a la escuela. No hacía falta que me fuera sola y atravesara  ese perturbador camino entre  una tétrica unidad y la intimidante avenida donde las luces de las combis parecen embestirte sin piedad.
Sin embargo, el comentario de alguien (" No deberían venir por ti... te controlan") me convenció de rebelarme y expresar mi deseo de mi regreso en solitario.
En  metro hasta Hidalgo, de ahí a cuatro caminos y finalmente tras atravesar una avenida, una unidad,pasar al lado del panteón Sanctorum y una iglesia (bastante deprimente por cierto) cruzar un perturbador parque y caminar media cuadra llego a mi casa.
Supongo que la próxima vez debería analizar si conviene  mantener ese "control"
Aún asi el paseo entre decenas de rostros desconocidos (completo éxtasis para mi), oyendo música con un solo audífono y acordándome de personas que inconcientemente me hacen sonreir es bastante gratificante.
Salgo del metro al siniestro trayecto y vuelvo a preguntarme ¿Pórqué no dejé que me controlaran un poco mas...?
La soledad por esos parajes es realmente perturbadora pero no se compara a ese esquizito momento de convivencia entre lo desconocido y yo

No hay comentarios:

Publicar un comentario