Sigo viendo a lo lejos, pensando, sintiendo mi piernas entumecidas y amando este estado de reflexión y atención absoluta.
Por supuesto, aquellas preguntas de siempre empiezan a hostigarme logrando hacer conciencia de mi pasado y presente, de mi existencia y de algo superior.
El sol empieza ponerse y mis labios resecos me arden.
Admiro el crepúsculo, respirando grandes bocanadas de aire contaminado,el ideal para este momento y consigo lastimar mi ya putrefacta garganta.
Así, transcurriendo el tiempo, hay una película en mi mente.
Amigos, amor, Dios, pasiones, logros y desilusiones. Todo está ante mis ojos pero realmente no lo veo.
Mis piernas ya no aguantan y me dejan caer. ¡Este tipo de droga me gusta!.
Siento que nada detiene la caída, extiendo los brazos y empiezo a escuchar voces que son parte de mis pesadillas.
Pienso que me puedo volver algo paranóica, o tal vez sólo mas reflexiva. Cualquiera de las dos, me atrae.
Ahora empieza esa sensación, veo cosas moverse o brillar, sombras delirando y sueños agradables en estado consciente.Admiro una multitud caminando sobre un popote.
Ya no sé si respiro y dejo de importarme, ahora solo quiero mas de esto.
Esta droga, mi droga causante de tanta neutralidad, se llama bochorno.
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